4.5 estrellas.
Tara es una mujer increíblemente valiente, no solo por haber logrado todo lo que logró por ella misma aun cuando pareciera que lo tenía todo en contra si no por además, ponerlo de forma transparente en un libro.
Ella nace en Idaho y su padre es un mormón fundamentalista que se niega a enviar a sus 7 hijos a la escuela ni les permite tener acceso a ningún tipo de cuidado médico. En teoría recibirían "home school" sin embargo, eso no sucede consistentemente. Los chicos saben leer, pero se encargan ellos mismos de su educación con los pocos recursos a su alcance. Después de mucho trajinar, Tara va por primera vez a la escuela a los 17 años.
Descubres a una mujer con un admirable poder de adaptación, altísima resiliencia y una fuerza interior impresionante. Es perseverante y tenaz y pese a su historia de vida, en ningún momento sientes lástima por ella o pena o que ella se queje de lo que vivió.
Tampoco se siente ninguna postura política en contra del "home school" ni ningún tipo de rechazo a su religión ni ninguna otra. No se percibe una separación total de la religión. Es más, no menciona estar en contra de ningún fanatismo. Simplemente entiende que lo que ella vivió son decisiones de las personas y su forma de ver y entender el mundo. Afortunadamente, ella logra un entendimiento más amplio.
Lo que sigue pareciéndome increíble es que no estamos hablando de una historia del medioevo, estamos hablando de una niña que tenía 10 años cuando se cayeron las Torres...
Yo deseaba que ella dejara de una vez por toda a su familia para siempre y abandonara también para siempre la montaña, que los odiara, que les diera la espalda, que no pasara ni una Navidad con ellos. Por momentos sientes verdadero terror, quisieras abrazarla pero al final, no puedes más que sentir una profunda admiración y respeto y ya estoy esperando su próximo libro para saber qué mas tiene para contarle al mundo.

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