Dos historias paralelas: la del barrio de Palacio de Madrid, con Ágata y Luis como protagonistas principales, a la búsqueda de su verdadera identidad, rodeados de los vecinos y el ambiente de la ciudad en los años sesenta, y la de Miguel, el escritor de la novela, fechada en 1975 -un años clave en la historia de España-, a la búsqueda del desprendimiento total, para encontrarle salida a un amor imposible.

Lo leí hace muchos años y tenía el recuerdo de una novela muy difícil y que no me dijo nada. Ahora el resultado ha sido distinto.

Lo primero que llama la atención es su estructura formal. Cada capítulo tiene a su vez dos partes. La segunda, llamada "Papeles de Miguel" son las reflexiones de un escritor que regresa a España poco antes de la muerte de Franco. Este hombre poco a poco nos va revelando su afición por el misticismo musulmán y persa y, a la vez que sus andanzas por Madrid, también su pasado, aunque en esto nunca nos quedará claro lo que de verdad sucedió o lo que simplemente él imagino. La primera parte de cada capítulo, a su vez, se subdivide en tres epígrafes. Dos de ellos llevan los nombres de sus protagonistas, Luis y Águeda (luego llamada Ágata), desde cuya perspectiva interior se va desarrollando la acción, que transcurre básicamente en Madrid, en concreto en el barrio que rodea las plazas de la Ópera y de Oriente. Precisamente el nombre antiguo de ese barrio, "Quartel de Palacio" da nombre a los terceros epígrafes de esta primera parte de cada capítulo, y en ellos se cuenta, de manera algo más convencional, los avatares de otros personajes que rodean a Luis y Águeda. Pronto sabremos que, en realidad, las primeras partes son una novela escrita por Miguel (el de las segundas partes), la "Novela IV", titulada "Octubre, octubre" (porque transcurre de octubre de 1961 a octubre de 1962); hay otras tres novelas anteriores que tienen los mismos protagonistas pero, sin embargo, solo son aludidas de vez en cuando.

Así pues, juegos temporales y estructurales, novelas dentro de la novela y demás alardes técnicos que, la verdad, aunque ahora ya no sorprenden (sí cuando el libro se publicó) todavía se leen con mucho gusto. Pese a lo que me pareció en su día, no es una novela enrevesada.

Los personajes sí que lo son. Gente complicada, extraña, siempre con doble fondo e inmersos casi todos en relaciones sentimentales y sexuales heterodoxas, por utilizar una palabra suave. El propio Miguel no se sabe si es un místico o un loco. Luis y Ágata mantienen una relación sadomasoquista que va degenerando poco a poco, y ninguno de los dos tiene claro hacia qué sexo se siente atraído. Hay una pareja formada por una mujer y el que podría ser su abuelo (pero que habían estado enamorados toda la vida). Una señora ya talludita pero todavía de buen ver que además es vidente. Un matrimonio aparentemente estándar pero que necesita de la violencia (solo fingida, aunque bastante escandalosa) para consumarse. Un tipo siniestro... En fin, todo un carrusel. Y, por en medio, enormes cantidades de misticismo oriental, de búsquedas desesperadas de la propia identidad, de supuestas complejidades interiores que, en mi opinión, muchas veces solo esconden el vacío que forma la rebeldía sin causa, tan propia de las fechas en que transcurre la novela.

A veces me he cansado un poco de tanto místico y de tanta heterodoxia, pero comprendo también que era la época (la de edición de la novela, me refiero). Con todo esto, es una estupenda novela. ( )

José Luis Sampedro (Barcelona, 1 de febrero de 1917) creó en 1981 esta aventura-novela con vida propia e independiente, una vida enredada y de difícil lectura. Esta novela se une a esas otras a las que las historias de la literatura y la crítica literaria clasifican como «creación total».

«Octubre, octubre» es de esas novelas con las que tienes la deuda de su lectura y que conociéndolas vas aparcando mes tras mes, año tras año. En algún momento hay que hincarle el diente.

Las 710 páginas se dividen en 17 capítulos y, en general, estos se dividen a su vez en tres mundos paralelos: el de Luis, el de Águeda y el de nexo (creo): el Quartel de Palacio (un barrio de Madrid); Miguel es otro de sus protagonistas pero no he llegado a descubrir cual es su función; al final, Luis y Águeda parecen converger. El relato comienza el «Lunes, 2 de octubre de 1961» y finaliza el «Sábado, 29 de septiembre de 1962», lo que no es óbice para que por medio y al final aparezcan referencias a la década de los 70. Como se dice en el texto publicitario de la sobrecubierta «José Luis Sampedro nos ofrece un caleidoscopio en el que se entremezclan épocas, personajes, magia y realidad, en un cambiante juego de voces y rostros que sorprende»…

La acción no se desarrolla por medio del diálogo. Luis es un monólogo, Águeda algo menos. En el Quartel de Palacio parece que se vive más hacia fuera…no es una novela fácil.

La novela está salpimentada de referencias a la cultura griega, árabe, francesa… Kavafis, Pessoa, Ibn Arabí (se cita, al menos, en las páginas 47, 83, 90 y 124) y, al fondo, Madrid. Supongo que para un madrileño que conozca su ciudad, la novela debe tener un aliciente añadido: el paseo por sus calles y plazas.

Pero a pesar de todo no he podido acabarla, ni voy a poner en qué página me quedo, porque va a seguir siendo mi deuda con la Literatura. Algún día tendré que volver a ella, digo yo.

+INFO: Página oficial (URL: http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/sam pedro/home.htm)

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Sampedro, José Luis (1917-)
Octubre, octubre / José Luis Sampedro. — 5ª ed. en Ediciones Destino. — Barcelona : Destino, 2002. — 710 p. ; 24 cm. — (Áncora y delfín ; v. 689). — ([Biblioteca José Luis Sampedro]). — ISBN 84-233-2212-2

I. Título. II. Serie. III. Serie: Sampedro, José Luis (1917-). Biblioteca José Luis Sampedro (Ediciones Destino)

821.134.2-31"19" ( )

Esta es una novela plural e imaginativa, fruto de una audaz confianza en los lectores deseosos de saborear intensidades y horizontes. La superposición de voces narrativas y la variedad de épocas y perspectivas culturales conforman un relato que sorprende por su vitalidad y realismo. José Luis Sampedro estuvo trabajando casi veinte años en esta novela que él considera su testamento vital. ( )

843222023X