Buen catálogo, y buenos textos, para una exposición que fue extraordinaria. Aunque faltaron algunos de los cuadros más populares del pintor norteamericano, estuvieron muchos otros y el conjunto es sobresaliente. Aquí están esas pinturas, junto con otras que permiten ver las influencias y paralelismos de Edward Hopper con otros autores inmediatamente anteriores o contemporáneos. Los textos, como digo, bastante buenos. A veces el texto más largo, dedicado al análisis pictórico y, a la vez, diacrónico de la obra de Hopper, peca un poco de recargado y presuntuoso, pero así escriben los franceses, especialmente si son críticos de arte. Su compañero y co-comisario de la exposición, que diserta sobre "la fortuna crítica de Edward Hopper" es bastante más conciso. Ambos artículos nos ayudan a entender mejor a este pintor tremendamente popular y, de algún modo, aislado entre los artistas del Nuevo Mundo. ( )