"Un día en el que el anciano capitán nos relataba supersticiosas historias, un infatuado y pedante misionero inglés nos recordó aquella frase de Fielding de que «la superstición da al hombre la estupidez de la bestia», pero, en el mismo instante que tal decía, vile vacilar de un modo extraño y detenerse bruscamente, mientras que yo, que había permanecido alejado de la conversación general, creía leer claramente en la aureola de vibrantes radiaciones que hacía muchos días percibía sobre todas las cabezas las palabras con que Fielding concluía su proposición: «... y el escepticismo lo torna loco»".

Si bien la teosofía no me interesa en lo más mínimo, la figura de Madame Blavatsky me resulta sumamente atractiva. Cuando vi que tenía algunos cuentos en su haber, decidí leerlos movido por la curiosidad; aunque debo reconocer que esperaba poco y nada de ellos.
El libro va de menor a mayor. El primer relato, "La cueva de los ecos", me dejó la sensación de poco pulido, apresurado, tal vez un borrador que podría haberse ampliado. Ya en el siguiente, "El alma de un violín", se observa clara mejoría. Se trata de una producción bastante original, bien hecha, aunque el final no terminó de convencerme.
Cierra esta compilación "Una vida encantada", perturbador recuento de las desventuras de un ateo empedernido que sufre cierto roce con las fuerzas ocultas. No me explayaré sobre el texto para no arruinar la experiencia al lector, pero es simplemente magistral; amerita dos de las tres estrellas. Recomendado entonces, aunque mas no sea que por este último cuento. ( )