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Chargement... La travesía de Groenlandiapar Fridtjof Nansen
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«La muerte, o la costa oeste»
El sentido común no entraba en los planes de Nansen para
atravesar Groenlandia. Tras ocho intentos fallidos de otros
exploradores demasiado prudentes, Nansen organizó su
reducido equipo humano y técnico en menos de seis meses,
lanzando la exploración polar a la era moderna.
Su estrategia: impedir la vuelta atrás, quemar las naves. Al
partir desde la deshabitada costa este hacía la habitada costa
oeste, eliminaba la posibilidad de retroceder ante un hipotético
fracaso, pues, ¿qué haría el equipo volviendo al punto de
partida en mitad de la nada? ¿Esperar hasta morir?
Así pues, la única salvación era avanzar.
«La exploración es como la guerra, hay que prever una
retirada, y usted, Nansen, no la tiene»
Adolf Erik Nordenskiöld
«La idea es temeraria y en total oposición al sentido común»
Mikkel Hemmerstveit
TEXTO SOLAPA
Visionario para unos, suicida para otros, Nansen ha sido, sin
embargo, el único explorador de renombre que no encontró la
muerte en los polos y cuyas heroicidades fueron más allá de
las regiones árticas, lo que le valió la concesión del premio
Nobel de la Paz en 1922 por su labor humanitaria.
Se calcula que, como alto comisionado de la Liga de las
Naciones, salvó indirectamente la vida de unos 427.000
refugiados tras la Primera Guerra Mundial. Entre ellos se
encontraban, por azar, Igor Stravinsky, Sergey Rachmaninov,
Marc Chagall y Anna Pavlova.
Pionero de la teoría neuronal, zoólogo, oceanógrafo,
explorador, diplomático y campeón de esquí, entre otras
muchas cosas, Nansen alcanzó rápidamente en Noruega la
categoría de héroe porque la de los dioses ya estaba ocupada.