Dos almas gemelas destinadas la una a la otra, que se vuelven a unir aun cuando las circunstancias los separen. Susan y Max se casaron contra la voluntad del padre de ella, pues aseguraba que él sólo buscaba el dinero de su hija. Pero, a pesar de las adversidades, ellos se amaban. En viaje de luna de miel, ocurre un accidente en la carretera y Max pierde la memoria. Se olvida absolutamente de todo y vaga por la ciudad sin rumbo fijo. Lo único que sabe era lo que dicen sus documentos: su nombre y su profesión, médico. Tiempo después, un amigo de Susan, se entera de su paradero y se lo cuenta a su esposa: está trabajando de médico en un sanatorio. Inmediatamente, traman un plan: ella irá a trabajar de enfermera allí mismo. Al principio, Max no repara en ella, tal cual había sucedido al conocerse la primera vez, pero poco a poco irá enamorándose de ella. Por salvarle la vida al hijo de un millonario, éste le presta el dinero suficiente para poner una clínica privada. Comienzan a trabajar juntos, pero Max no se decide a declarársele pues sabe, por la sortija que lleva, que en alguna parte tiene una esposa a la que no recuerda. Finalmente, al no poder contener sus sentimientos, deciden formar una pareja, pero un nuevo suceso volverá a conmocionarlo: Susan está embarazada. Max huye perturbado. Seis meses después, ella vuelve a saber de él. Va a verlo y se da cuenta de que ha recobrado la memoria y que piensa que ella lo ha abandonado por otro. No recuerda nada acerca del periodo en que ha estado amnésico. Susan le cuenta la verdad y, aliviado, Max le pide que vuelvan a estar juntos. Su vida recobra, entonces, la felicidad de antaño, hasta tal punto que tendrán otro hijo.