CUANDO UN BOSQUE SE QUEMA, ALGO SUYO SE QUEMA, SEÑOR CONDE ( )

Libro publicado como respuesta al "Camino" de Balaguer. Es un texto irónico, con ocasionales destellos de genialidad, que ataca al capitalismo, los USA, la derecha y la religión en todas sus manifestaciones. El libro destila talento, sesgado pero brilante. Merece una relectura. Algunas de sus frases son máximas que deberían aparecer en todo libro de aforismos que se precie.

Ejemplo de humor "neutro" que abunda en el libro: "La mayoría de infecciones intestinales de los lobos provienen de haber comido Caperucitas Verdes." o "En mi ca-sa so-mos gran-des de-fen-so-res de la com-pra a pla-zos."

Ejemplo de humor genérico/filosófico: "La esclavitud no se ha abolido, se ha puesto en nómina."

Ejemplos de humor "al ataque", que también abundan: "Bienaventurados los que pasan hambre y sed de justicia porque además pasarán hambre y sed de la otra" o "La religión sirve para ayudarnos a resolver una serie de problemas que no tendríamos si no existiera la religión." o "Si al decir "trabajador" indicamos una clase social, significa que las restantes clases sociales no dan ni golpe."

En general, una grandísima obra, que tuvo un impacto muy grande en su tiempo y que vuelve a estar de actualidad.


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En respuesta al Camino de Escrivá de Balaguer, el Pèrich se marca este hito del humor. Hay que reconocer que, cundo el tío éste se deja de demagogias baratas, casi todas ellas relacionadas con la izquierda política, y se pone a hacer humor universal, es uno de los grandes. El chiste (también político) de un soldado al que le llega por detrás una bala con una condecoración prendida es una de las cimas del humor gráfico, con todo el derecho de estar junto a Mingote y los demás. Bravo, Pèrich. ( )

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