Los doce afectos, los doce autores reunidos en la complicidad de sentir y decir, entregan su intimidad en este libro de estremecimientos del espíritu. Ofrecen al lector ventanas ocultas para que se asome, con el alma desprovista de escudos, al ámbito privado donde el canto desesperado y la oda gozosa luchan por desprenderse de las cadenas de la cotidianeidad. Los autores reunidos en este volumen se apropian del lenguaje para expresar en imágenes poderosas, la individual universalidad del sentimiento; vierten en sus narraciones y poemas lo que muchas veces otros no aciertan a decir. Como aventureros en el vasto espacio de los sentimientos, consiguen el hallazgo preciso de la provocación, exorcizan los ángeles perversos de la rabia, el dolor, la indiferencia y el amor. Es oportuno recordar lo que Pablo Neruda dijo y Jaime Sabines repitió: El poema es de quien lo necesita. Que se me permita replicar que este libro es de quien se atreve.